El equilibrio es una dinámica entre el cuerpo y la mente. A menudo se confunde con un movimiento New Age o con una habilidad gimnástica, pero se trata de un sentido muy importante para el ser humano. En lo que respecta a la salud, es mucho más que una cualidad. En formas multidisciplinarias concretas, el equilibrio se mide, se cuantifica, se trabaja y, sobre todo, resulta esencial para nuestro bienestar.
Sentirnos bien con nuestro cuerpo y nuestra mente depende de nuestro equilibrio interior. El bienestar corporal depende del bienestar mental, y viceversa. Estas cuestiones las trata en su consulta Fatima Santos, psicóloga de la Clinique La Prairie: “El conocimiento intelectual por sí solo no basta para que el cuerpo sepa lo que tiene que hacer. Y de manera análoga, a veces a la mente le resulta difícil interpretar o tener en cuenta las expresiones corporales. Para vivir en armonía con uno mismo estos dos entes tienen que estar conectados entre sí y con el contexto”.
Solemos imaginarnos el equilibrio en posturas estáticas, sobre un solo pie o con los brazos en cruz y, sin embargo, el equilibrio es una destreza necesaria para el movimiento. Cuando una persona experimenta una disminución de su rendimiento funcional tiende a compensarla cambiando de comportamiento o reduciendo su actividad. Esta actitud es contraproducente, porque agrava la deficiencia, que en sí suele ser leve. Lo mejor es afrontar el problema y trabajarlo mediante ejercicios adaptados para mantener las funciones a un nivel óptimo.
Los alimentos demasiado energéticos, consumidos en exceso, pueden provocar graves problemas fisiológicos, como todo el mundo sabe. En cambio, privarse de todo y especialmente de las virtudes que nos aportan algunos nutrientes esenciales puede ser igual de perjudicial. El equilibrio está en el término medio. Sin embargo, la dietética lleva muchos años promoviendo una alimentación «equilibrada» sin que nadie sepa en realidad cómo llevar eso a la práctica en cada comida. La vida no es una sucesión de recetas y la comida está demasiado vinculada a las emociones como para poder controlar tan fácilmente lo que ingerimos.
Aprenda a escuchar nuevamente a su cuerpo, distinguir entre verdadera necesidad de saciar hambre al impulso de comer, y también el comer lento y pausado, re-educando sus propios gustos y dando al momento de comer su verdadero valor y lugar.
“Es esencial realizar actividades físicas variadas a lo largo de toda la vida. Las habilidades adquiridas a través de esas actividades (montar en bicicleta, correr, patinar…) no se pierden nunca y constituyen una reserva muy valiosa para mantener el equilibrio a cualquier edad”.
Grégory Wiesner | Fisioterapeuta | Clinique La Prairie
“Una vida equilibrada no es una vida perfecta. Para avanzar nos balanceamos de izquierda a derecha, como hacen los funámbulos sobre la cuerda floja. No hay que tener miedo a balancearse demasiado”.
Clinique La Prairie
El Programa de Reequilibrio de la Clinique La Prairie cumple con una necesidad vital: que una persona se tome el tiempo necesario para sí mismo con apoyo profesional.
Enfrentado a las presiones de la sociedad actual, con cronogramas demandantes, vida familiar y social intensa, muchas personas sienten la necesidad de dar un paso al costado, recuperar el aliento y a la vez su autoconfianza.
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